¿Qué tipo de gas utiliza el aire acondicionado?

Si tenemos aire acondicionado en casa o estamos pensando en comprar uno, lo más probable es que hayamos oído hablar del gas refrigerante para este tipo de dispositivos. El gas es un producto imprescindible para producir frío; circula por los conductos del circuito de nuestra máquina de aire acondicionado y tiene como función conseguir la transmisión térmica y generar un ambiente más fresco. Pero…

¿Qué tipo de gas utiliza el aire acondicionado?

La respuesta a esta pregunta dependerá de varios factores, como el tipo de dispositivo o su antigüedad. De esta manera, por ejemplo, los aires acondicionados de uso doméstico funcionaron mayoritariamente con gas R22 hasta el año 2010. Sin embargo, la normativa de la UE había previsto la desaparición de este refrigerante, que tenía un impacto negativo sobre la capa de ozono, por lo que se dejó de utilizar.

La sustitución progresiva del gas refrigerante R22

A partir de este momento, varios gases sustituyeron al R22. Los más comunes para uso doméstico fueron el R134 y el R410-A que, a día de hoy, es prácticamente el estándar más usado en la industria. El R410A, a diferencia del R22, no impacta en el agujero de la capa de ozono, además tiene la cualidad de no ser tóxico y, por ello, es el más utilizado en aires acondicionados comercial y doméstico, sin embargo la tendencia es que se vaya implantando el gas R32, que presenta numerosas ventajas. La más destacada de ellas es que su índice GWP es muy inferior en comparación (se sitúa en 675), por lo que tiene un impacto mucho más bajo sobre el calentamiento global y el efecto invernadero. Además, es un gas puro, a diferencia del R410A que es el resultado de una mezcla, por lo que resulta mucho más sencillo de reciclar y de reutilizar, ya que no hay que separar sus componentes.

Ventajas del Gas Refrigerante R32

Más allá de sus beneficios ecológicos, el R32 también presenta otras ventajas. Entre ellas destacaríamos que es más eficiente (alrededor de un 10% más) y, al ser un gas más denso, requiere de una menor carga para conseguir los mismos resultados (un 30% menos). Además, ofrece un mejor rendimiento con temperaturas exteriores extremas. Eso sin contar que, aunque su temperatura de ebullición es similar al R410A y ligeramente superior al R22, se considera un gas con bajo riesgo de accidentes por causas de toxicidad y de inflamabilidad.

Mirando al futuro con el gas refrigerante R32

Por todo ello, se cree que el R32, que actualmente ya está disponible en muchos dispositivos, se convertirá en pocos años en el gas más utilizado en el sector del aire acondicionado doméstico, aunque también se utiliza en el entorno industrial. Si pensamos en comprar un dispositivo, es importante tener en cuenta como previsión de futuro la estandarización de gases como el R32, lo que evitará problemas a la hora de recargar nuestros aparatos.

Instalación y mantenimiento del gas R32

El gas R32 es todavía una novedad para muchos instaladores y consumidores en nuestro país. Se trata de un producto refrigerante para aires acondicionados domésticos que cuenta con numerosas ventajas medioambientales y también de eficiencia energética en comparación con los productos que se habían usado más hasta el momento.

En este artículo repasamos los puntos más importantes sobre la instalación y el mantenimiento del gas R32 en nuestros hogares.

 

Herramientas

La instalación de un equipo de aire acondicionado que incorpore gas R32 no debería ser muy diferente a la de otro dispositivo que funcione, por ejemplo, con gas R410-A, el producto más usado hasta ahora.  De esta manera, por ejemplo, los materiales y herramientas necesarios son prácticamente los mismos en ambos casos. Eso sí, hay que tener en cuenta que el manómetro (el instrumento de medición para la presión de fluidos contenidos en recipientes cerrados) y la bomba de vacío sean compatibles con R32. Si tenemos estos dos elementos, el resto de herramientas no variarán.

 

Instalación del Gas R32 – Unidad interior (split)

El proceso de instalación es igualmente muy parecido al que realizaríamos con un dispositivo que funcionara con cualquier otro gas refrigerante. Suponiendo que ya tengamos una instalación previa, el primer paso es tomar las medidas de nuestro split (la unidad interior del aire acondicionado) y trasladarlas a la pared. Una vez hecho esto, debemos cortar los tubos a la medida que necesitemos y soldarlos. Luego sólo quedará fijar el aire acondicionado en el soporte.  

Instalación del Gas R32 – Unidad exterior (compresor)

Para la unidad exterior tampoco varían mucho los pasos a realizar. Hay que tener en cuenta que podemos aprovechar las tuberías de una instalación anterior de R410-A, lo que facilita en gran medida el trabajo. Luego conectaremos los tubos y los apretaremos con una llave inglesa y posteriormente procederemos a hacer el vacío. Este proceso consiste en extraer todo el aire y la humedad de la instalación, evitando así que quede dentro de las tuberías de cobre.

Se trata, por lo tanto de una parte muy importante de la instalación y es igualmente esencial que las herramientas para hacerlo (manómetro y bomba) sean compatibles con R32. Una vez realizado el vacío, debemos esperar un poco para comprobar que no existan fugas; entonces ya sólo nos faltará comprobar que los cables eléctricos estén correctamente conectados y abrir las válvulas de gas y líquido. La aguja del manómetro debe subir y el indicador de presión debe moverse en una escala compatible con R32.  Este refrigerante funciona a una presión diferente a la de otros gases y es, por ejemplo, más elevada que la del R410-A. Si todas las comprobaciones son correctas, el aire acondicionado ya estará listo para funcionar.

Mantenimiento del Gas R32

En lo referente al mantenimiento,  no deberían existir tampoco grandes diferencias con respecto a un aire acondicionado que funcione con cualquier otro producto refrigerante. La principal operación de mantenimiento que debemos realizar (como ya pasaba hasta ahora) es la limpieza periódica del filtro de la unidad interior. Respecto a la periodicidad de esta operación, es difícil hablar de un plazo de tiempo concreto, ya que dependerá del uso que le demos al dispositivo.

 

Por eso, se aconseja retirarlo de vez en cuando y comprobar que no se encuentre obstruido, especialmente si estamos usando el aire de forma habitual. Si es así, sanearlo resulta muy fácil. Tan sólo debemos limpiarlo debajo del grifo con agua y, si lo deseamos, con un jabón neutro o muy suave. Sin embargo, antes de usar jabón es mejor comprobar las instrucciones del fabricante. La limpieza del filtro es una operación importante, ya que si no lo hacemos nuestro aire puede perder potencia térmica.  

Otras actividades de mantenimiento que podemos realizar son, por ejemplo, limpiar la batería de la unidad exterior o el filtro en caso de que nuestro compresor lo tenga. Al ser un dispositivo que se encuentra en la calle es frecuente que se ensucie; por eso, la limpieza con aire o con un cepillo de la batería de intercambio puede ser una excelente manera de mantener un buen funcionamiento y evitar pérdidas de potencia térmica. Además, de esta manera alargaremos la vida de nuestro equipo.

Finalmente, no podemos cerrar el capítulo de mantenimiento de nuestro equipo sin recomendar que se preste atención de vez en cuando a la carga de gas refrigerante. Al tratarse de un circuito cerrado, no deberían existir fugas y la carga debería ser estable. No obstante, si detectamos pérdida de potencia o formación de hielo en el compresor exterior cuando funciona en modo bomba de calor, es posible que exista una fuga. En estos casos, debemos contactar con un profesional, ya que para comprobar que se ha perdido refrigerante necesitaremos herramientas como un manómetro. Cargar producto sin más no suele ser una buena solución, pues si existe un poro o fuga, se volverá a perder. Lo mejor es detectar el punto de pérdida y repararlo antes de añadir refrigerante.

¿Qué tipo de aire acondicionado necesitamos?

Llega el calor y la necesidad de instalar un aire acondicionado en casa o en la oficina es cada vez más apremiante. Pero ¿qué tipo de dispositivo es más apropiado en nuestro caso? ¿Cuál nos puede resultar más útil y, a la vez, eficiente? Son preguntas habituales que surgen ante la gran cantidad de productos existentes en el mercado. Para tomar una decisión con plenas garantías de acertar es importante tener en cuenta antes los siguientes aspectos

Las dimensiones

Conocer las dimensiones de la vivienda, del despacho o de la estancia que queramos acondicionar es básico para elegir dispositivo, ya que de ello deberá depender la potencia de la máquina.  Un aire acondicionado con pocas frigorías será insuficiente para una estancia grande y, si nos pasamos de potencia, estaremos desperdiciando prestaciones.

Lo ideal es realizar un cálculo previo para obtener un valor de referencia. Tan sólo tenemos que multiplicar el largo de la habitación por el ancho y por la altura. De esta manera obtendremos los metros cúbicos de la estancia, que debemos multiplicar por 50 (las frigorías que se calculan necesarias por cada m3). La cifra nos dará la cantidad aproximada de frigorías que necesitamos y nos permitirá elegir un dispositivo en consonancia.

El gas refrigerante R32

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta cuando elegimos un sistema de aire acondicionado es el gas refrigerante que utiliza. ¿Qué es el gas refrigerante? Se trata del gas que circula por las tuberías que recorren todo el sistema de aire acondicionado. Las propiedades de este gas hacen posible el intercambio de temperatura o, lo que es lo mismo, la capacidad para refrigerar o producir calor. Es posible que encontremos en el mercado aparatos con buenas prestaciones a precios muy competitivos. En estos casos, nunca está de más preguntar por el tipo de gas que emplea la máquina. Es muy probable que sea R-410A, un refrigerante que, poco a poco, irá siendo sustituido por los requerimientos de la UE debido a su impacto sobre el calentamiento global.

Es muy recomendable invertir en aparatos de aires acondicionados que utilicen el nuevo gas R32, que no tiene impacto sobre el calentamiento global ni sobre el agujero de la capa de ozono. Se prevé que este gas, que ya se encuentra en muchos dispositivo como por ejemplo algunos modelos de la marca Panasonic, sustituya en pocos años a los que se emplean actualmente para aparatos domésticos y comerciales.

La eficiencia energética

Estar a una temperatura fresca y confortable sin que se resienta la factura eléctrica: éste es, probablemente, el objetivo de la mayoría cuando compra e instala un aire acondicionado. Para conseguirlo, es muy importante informarnos bien de las prestaciones antes de adquirir el nuevo dispositivo. Uno de los factores en que debemos fijarnos es en la clasificación energética; es importante tener en cuenta que, desde enero de 2013, la escala va de A+++ a D, de mayor a menor eficiencia energética. La clasificación A+++ la logran los equipos que optimizan mejor el consumo.

También deberemos fijarnos en que nuestro aire acondicionado utilice la tecnología Inverter, un sistema que incorporan la mayoría de máquinas y que consiste en regular el compresor (la máquina que instalamos fuera de casa) para que trabaje a una velocidad constante una vez alcanzada la temperatura. De esta manera, se evitan picos de consumo para arrancar y se mantiene un gasto energético constante.

Otro aspecto a tener en cuenta para conseguir un aire acondicionado eficiente y útil es el gas refrigerante. El nuevo gas R32, por ejemplo, ha demostrado tener una mejor transmisión térmica y ser más eficiente que sus antecesores. Se calcula que proporciona una reducción del 10% en el consumo eléctrico.

Las prestaciones del aire acondicionado

Finalmente, antes de elegir un aparato de aire acondicionado, es importante analizar las prestaciones que más nos convienen. La mayoría incorpora la función de deshumidificador, lo que resulta muy útil si tenemos problemas de humedad. Sin embargo, no todos los aires acondicionados incluyen bomba de calor. Es bueno preguntarnos si necesitamos esta función, así como otras funcionalidades (filtros purificadores de aire, programación de encendido/apagado…). También debemos tener en cuenta si queremos un split (el aparato que se instala dentro de la casa) o un sistema multisplit, ya que son frecuentes los sistemas 2×1 que permiten acondicionar dos estancias con un solo compresor.